Hoy, la lluvia se vistió de sol, si, un sol radiante baña la ciudad, calienta la tierra, no así mis sentimientos helados, por tu ausencia… te voy perdiendo, si, te pierdo en cada minuto que pasa… trato de seguir existiendo sin ti, sin tu presencia… tengo que lograrlo… si he vivido tantos años en esto, por que ahora no puedo volver a lo mismo… si, si puedo hacerlo… lo haré congelando los sentimientos, callando los latidos del corazón cuando te pienso… cerrando los ojos al día y a la noche… me escaparé como un cobarde de tu amor… amor? qué amor, si jamás ha existido… me iré poquito a poco acostumbrando a tu ausencia y volveré a ser la de antes, la que nunca lloraba, (por fuera), la que siempre reía, la que no extrañaba, la que no quería a nadie, sólo jugaba con las palabras…
si, volveré al camino aquel, escondido en alguna parte de mi pasado… volveré a la tranquilidad de mi soledad, a dormir tranquila en las noches, sin soñarte, y también en la mañana, ya no tendré esos insomnios de 5,30 a 6,30, no, te sacaré de mi mente, de mi vida, de mi alma… no ya no volveré a sufrir por amor (já, dónde la viste)… (perdón, el pensamiento se ríe de mi mientras escribo… y ordena escribir cosas que no quiero, pero ahí las dejo…) total es la ironía de la vida, querer decir algo que nunca se podrá hacer… si, creo que después de todo lo que ha pasado, a pesar de haber recibido sólo palabras de amor en las alas del viento, que se fueron con la última lluvia, a pesar de haber sido sólo ilusiones pasajeras, a pesar de todo, han marcado una vida, si, esta, mi vida y costará volver a ser la de antes… pero tal vez un remedo de ella sí… para poder seguir adelante, sin que duela la existencia…
Durante la última lluvia, caminé, caminé mucho, bajo el agua, quería diluirme en ella y desaparecer… pero no fue posible, de repente una bocina me sacó del ensueño y volví a la realidad, y seguía aquí, igual que siempre, sola caminando por las calles desiertas de la ciudad… siempre pensando en ti, sin poner atención a lo que pasa alrededor… desde ahora en adelante miraré las vidrieras, para hacerte a un lado, para que no vuelvas a instalarte como siempre allí en tu lugar predilecto entre mis pensamientos y mis recuerdos… borraré de mi mente tus palabras, las que dijiste y las que te callaste… antes de dormir ya no lloraré esa lágrima que le dedicaba a tu ausencia… ya no esperaré que aparezcas en mis sueños… no, ya no más, cerraré todos los caminos del sentimiento…